lunes, 6 de agosto de 2012

Como esta vieja canción

Hoy recordé que Ismael Serrano había sacado un disco hacia poco, y renové la lista de canciones del ipod. En casa le eché un vistazo al título de las canciones y cuando vi la última pensé "ostia, no me digas que ha puesto esta... pero si... es verdad estaba en un disco de inéditos.... jodeeeer...." y de camino al trabajo la puse. Su voz sonaba más madura "pasan los años para todos" pero la canción era la misma, me produjo las mismas sensaciones que la primera vez que la escuché. Y entonces, de repente, una estrofa nueva, un escalofrío, "este Ismael... parece que sabe tocarme la fibra".
¿Por qué? Pues porque seguimos siendo los mismos. Porque pasa el tiempo y nos salen arrugas, cicatrices, canas, barriguita... pero somos los que éramos, aunque nos comportemos de forma distinta a entonces.

Hoy he recordado la que fui, la que parecía que había dejado de ser, pero la que en el fondo sigo siendo. Hoy me he recordado y no ha estado mal, me ha hecho empezar a entender que me pasó y que es lo que tengo que retomar para dar sentido y significado, para que todo lo pasado no sea en balde.
Pero por otro lado también me doy cuenta de la que fui y no quiero ser. Es complicado racionalizar el pasado presente y futuro, pero creo que me puede ser útil. No quiero volver a sentir que se rompe el hilo, que el norte deja de ir conmigo. Y por el momento hoy, con esta canción y lo que me ha removido dentro, creo que me entiendo más y que me critico un poquito menos.

Y me resbala una lágrima por la mejilla. Ha sido muy duro, muy feo para lo bonitos que éramos. Y ahora es muy feo para lo bonitos que somos, pero si, soy la misma con un enfoque diferente, y la historia se repite pero se lleva de otra manera. "Una aprende". No hace que todo mejore pero si que embellece algunas cosas. Ojala lo pudiese haber aprendido todo, pero son tantas cosas que creo que una vida es poca para entenderla. Y a veces la vida es tan pura, tan intensa, tan inabarcable, que embriaga, que las horas son cortas para dar la respuesta correcta. Somos jodidamente humanos, imperfectos y bellos. Y siempre lo seremos, aunque nos empeñemos en ser lo que no somos.

Probablemente esto sea un engrudo que solo entiendo yo, o ni siquiera. Lo cierto es que:

Joder, ya no te quiero pero nunca nunca hubiese querido que las cosas se jodiesen así, no lo merecíamos, eramos unos críos con una vida demasiado compleja que nos sobrepasó. Y ahora la vida me la vuelve a jugar con la misma carta, y no quiero que pase lo mismo porque no, porque la gente bella no debería sufrir así y bastante llevamos los dos a la espalda, ya nos tiene que tocar lo bueno por pura estadística.

Se mezclan pasado y presente y los intento distanciar del futuro. Porque el futuro por definición tiene que salir bien, sino de qué estamos aquí haciendo el tonto. Sin embargo las viejas canciones pueden definir el presente al igual que los viejos filósofos se sienten a veces tan contemporáneos. 

En fin, aquí acaba mi paréntesis, que hacía tiempo que no me tomaba ninguno. Ahora volver al presente que no espera. Ojalá ahora mi chico me diese la razón de esa que canta Marlango, no hay forma mas dulce de regresar a la tierra que sintiendo cada segundo de cada instante.