Es alucinante como te puede cambiar la vida en tal solo unos instantes. Hoy ha habido un accidente en mi barrio, cerca de donde vivo, y ha muerto una persona.
Este hecho a trastocao en mayor o menor medida a todo el que se ha enterado: unos rezando, otros emborrachándose y otros intentando hacer cualquier otra cosa para abstraerse y quitarse la imagen de la cabeza.
He acabado con dos amigos hablando de lo que hay que hacer en situaciones asi, de lo que nos ha pasado por la cabeza y de como nos sentiamos. Una especie de terapia en grupo en la que he descubierto a dos personas concienciadas, comprometidas y capaces de establecer prioridades en la vida lo cual me parece de gran utilidad.
A tres días de selectividad como siempre encuentro en la calle las enseñanzas mas necesarias y que no aparecen en los libros, y las que seguramente nadie me pregunte para saber si voy a ser válida a la hora de tener un trabajo y una responsabilidad.
Educados para obedecer, para rellenar unos esquemas en nuestro trabajo, en nuestra vida: "rellene la casilla con su nombre y comience a leer la historia de su vida" ...
Prefiero las calles, con la hipocresía de la gente, con sus temores y con su prepotencia. Prefiero detestar para no ceder cuando me intenten engañar. Prefiero endurecerme y curtirme antes que me den todo mascado y en versión light "para no engordar". Almohadillando la realidad nos hacemos mas daño.
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